Se reconoce a la proteína quinasa activada por AMP (AMPK) con funciones sensoras del estado energético de las células. La actividad de esta enzima puede ser modificada en diversas condiciones, entre las que se encuentra el estrés oxidativo. Un desbalance oxidante antioxidante con modificación de vías de señalización se produce en diversas condiciones fisiopatológicas que conllevan una depleción de ATP. Modular la actividad de la enzima puede generar beneficios.

Objetivo: Actualizar el papel de la enzima en el metabolismo energético y mecanismos reguladores mediados por estrés oxidativo que median los cambios en la actividad de la enzima.

Resultados: La AMPK es un heterotrímero formado por las subunidades alfa, beta y gamma de las que existen varias isoformas con diferentes funciones en condiciones fisiológicas diferentes. Se activa por fosforilación en treonina 172 en alfa y con mecanismos de regulación alostérico y de expresión génica. La enzima activa procesos catabólicos e inhibe procesos anabólicos. Las especies reactivas del oxígeno pueden modificar la actividad de la enzima, célula y tejido específico. 

La oxidación directa por especies reactivas del oxígeno puede producirse en residuos de cisteína con cambios en la conformación de la enzima que determinan su fosforilación o cambios que no permiten dicha fosforilación. Su papel en la expresión de genes antioxidantes y metabólicos en general pueden hacer pensar en su posible uso como alternativas de intervención para determinadas enfermedades.